Nuevamente llegamos a final de año y, como es habitual, es el momento de analizar y reflexionar lo que nos ha deparado el ejercicio a punto de concluir, en lo que respecta al ámbito económico y empresarial, preparándonos para el nuevo año que vamos a iniciar.

En esta ocasión, en el apartado correspondiente al ámbito fiscal comentamos las medidas tributarias adoptadas durante 2010 y realizamos un ejercicio de reflexión sobre ellas, ya que a lo largo del presente año hemos asistido a la aparición de un sinfín de normas de carácter tributario, en ocasiones necesarias, en otras no tanto y, a veces, fruto de una deficiente técnica legislativa. Es evidente que el ámbito de la tributación se está viendo sometido a una serie de modificaciones que lo aleja cada vez más del principio de seguridad jurídica y, a la vez, de la capacidad económica.

De igual forma, ante la actual situación de crisis existente, el Gobierno ha aprobado una serie de normas de gran trascendencia en el ámbito laboral, reformando las condiciones del mercado de trabajo. En este sentido, en el BOE del pasado 18 de septiembre se publicó la Ley 35/2010, de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo. Esta Ley ha venido a convalidar, con algunas enmiendas introducidas a su paso tanto por el Congreso como por el Senado, el Real Decreto-Ley 10/2010, de 16 de junio, de idéntico nombre y que había entrado en vigor el pasado 18 de junio. Dicha Ley viene a establecer importantes modificaciones en la política de incentivos y bonificaciones a la contratación vigente hasta el momento. Por tal motivo, y con el objetivo de clarificar la actual situación, comentamos ¿de manera resumida y en cuadros sinópticos¿ dónde nos encontramos a fecha de hoy en materia de incentivos a la contratación.